Impresiones rápidas de momentos y lugares, que luego serán plasmados al óleo en formatos mayores, fluidez y síntesis, con la premura de la caprichosa agua. que os guste!!!.
Pinté un interior de una Bar en la Plaza del Ayuntamiento, una família genial, amables, atentos, posaron como nadie y fué una experiencia especial, este es uno de mis temas favoritos, y lo disfruté.
Una vieja mina en León, cerca de Ponferrada, un día gris y una soledad absoluta, se podían sentir las ruedas girar sobre los viejos railes y los mineros en el tajo, qué tiempos aquellos, qué dureza de trabajo, desde aquí me solidarizo con su lucha, por el trabajo digno, qué pena de dirigentes tenemos que no ven que los hombres solo queremos que nos dejen vivir en paz.
Mis amigos de Ponferrada, entrañables y grandes amantes de la pintura, saber vivir el arte en amistad y disfrutar de la vida con plenitud, mi más cariñoso recuerdo para ellos.
La portilla de Deva, la he pintado en numerosas ocasiones y en distintas épocas del año, la he visto envejecer y cambiar, aun hoy en día me apasiona su quietud bajo la sombra, cada vez más pequeña de los viejos castaños.
Un mercadillo en Alaraz, gente maravillosa que trabajó todo el día en solidaridad con los que no tienen, merecían ser retratados y este fué el resultado, fué premiado, ¿ se puede pedir más?.
Siete amigos, Maestros en su arte, nuestro arte de pintar al aire libre, de izquierda a derecha: Carlos Sosa, Alfonso Glez Arauzo, Fermín García Sevilla, Diego F. Columé, Pepe de la Cruz y Jose Mª Díaz, en Riaza, han pasado pocos años, y seguimos dando guerra. Un abrazo a mis amigos.
Tengo un precioso recuerdo de este cuadro, normalmete no soy consciente de la gente que mira tras de mí cuando pinto, pero este día, al estar en plena calle central, un corro de personas miraban cómo trabajaba, al finalizar la obra, todos aplaudieron sonrientes, como si del final de un concierto se tratase, me volví y como un concertista.... agaché el torso y agradecí el aplauso, se dispersaron y quedé solo con mi obra y feliz. Una grata experiencia. Gracias Torrelavega.
Un cuadro de hace dos años, la familia de la casa animó el trabajo con sus comentarios y amabilidad, un lugar precioso y una gente acorde con el lugar.